lunes, 15 de abril de 2013

ALZHEIMER


ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Es una enfermedad degenerativa del cerebro para la cual no existe recuperación. Lenta e inexorablemente, la enfermedad ataca las células nerviosas en todas las partes de la corteza del cerebro, así como algunas estructuras circundantes, deteriorando así las capacidades de la persona de gobernar las emociones, reconocer errores y patrones, coordinar el movimiento y recordar. A lo último, la persona afligida pierde toda la memoria y funcionamiento mental. Aproximadamente la mitad de las personas en los hospicios para ancianos y casi la mitad de todas las personas mayores de 85 años sufren de la Enfermedad de Alzheimer. Es ahora la cuarta causa principal de muerte en los adultos y, a menos que se desarrollen métodos eficaces para la prevención y el tratamiento, la Enfermedad de Alzheimer alcanzará proporciones epidémicas para mediados del próximo siglo.
¿Qué causa la Enfermedad de Alzheimer?
Factores biológicos en el cerebro
Hasta hace poco, dos anormalidades significativas se han observado en los cerebros de las personas afectadas por la Enfermedad de Alzheimer: fibras retorcidas de células nerviosas conocidas como enredos de neurofibrilarios y una proteína pegajosa llamada beta amiloide.
Las fibras enredadas son los restos dañados de microtúbulos, la estructura de apoyo que permite el flujo de nutrientes a través de las neuronas. Una forma mutada de la proteína conocida como tau se encuentra en estos enredos, y algunos expertos creen que esta versión defectuosa atrae y sostiene proteínas tau normales que ayudan comúnmente en la fabricación de una estructura de microtúbulo saludable. El segundo hallazgo significativo es una concentración alta de la proteína pegajosa conocida como beta amiloide, que forma parches llamados placas neuríticas. Estas placas se encuentran fuera de las células nerviosas rodeadas de los restos de neuronas moribundas. La beta amiloide misma es una astilla de una proteína más grande conocida como proteína amiloide precursora (APP, por siglas en inglés).
La beta amiloide también se asocia con niveles reducidos del neurotransmisor acetilcolina. (Los neurotransmisores son mensajeros químicos en el cerebro). La acetilcolina forma parte del sistema colinérgico, esencial para los procesos de la memoria y el aprendizaje, que se destruye progresivamente en los pacientes con la Enfermedad de Alzheimer. Existen otros factores que forman parte del proceso; sin embargo, las personas pueden tener inclusive depósitos densos de beta amiloide y no presentar señales de la Enfermedad de Alzheimer.
Respuesta inflamatoria
Algunos investigadores piensan que la beta amiloide puede romperse en fragmentos que sueltan radicales libres de oxígeno -químicos normales en el cuerpo que causan varios procesos dañinos cuando son producidos en exceso.
Una investigación ha identificado anormalidades genéticas en la mitocondria (la fuente de energía dentro de las células) en cerca de 20% de las personas con la Enfermedad de Alzheimer de inicio tardío; este defecto genético se pasa sólo de la madre  no del padre al niño.
Los investigadores se están aproximando a la identificación de genes defectuosos responsables de la Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, una forma poco común pero extremadamente agresiva de la enfermedad. La Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano es sumamente prominente en las personas con el síndrome de Down; casi todos los pacientes que heredan este trastorno desarrollan la Enfermedad de Alzheimer si llegan a vivir hasta los 40 años. Las mujeres menores de 35 años --pero no madres mayores-- que dan a luz a niños con el síndrome de Down también corren un riesgo mucho mayor de la Enfermedad de Alzheimer. Algunos creen que mutaciones genéticas de tres proteínas críticas --proteína precursora beta amiloide (beta-APP, por siglas en inglés), S182 y STM2 --emergerán como factores principales de la acumulación acelerada de beta amiloide y la Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano. Otra investigación ha indicado que los genes con mutaciones para las proteínas presinilin-1 (PS1) y presinilin-2 (PS2) son los probables sospechosos en este proceso. Se piensa que tales mutaciones hacen las células nerviosas más sensibles a la apoptosis (autodestrucción celular).
Los factores genéticos desempeñan una función principal pero no ofrecen una respuesta completa en lo que respecta al desarrollo de la Enfermedad de Alzheimer. También parece que los factores del medio ambiente ejercen algún efecto.

El grupo étnico
La Enfermedad de Alzheimer es rara en Africa Occidental; sin embargo, los afroamericanos tienen cuatro veces un riesgo mayor que los americanos blancos, y su riesgo está asociado con la presencia del gen ApoE4. Los hispanos tienen un riesgo de más del doble que los blancos. La Enfermedad de Alzheimer ocurre menos entre los nativos americanos, crees y cherokees, y en las personas de China o Japón que en la población americana general. (Un estudio de hombres japoneses, no obstante, reveló que aquéllos que emigraron a los Estados Unidos experimentaron una mayor tasa de la Enfermedad de Alzheimer). Aunque diferentes factores genéticos pueden afectar a grupos étnicos específicos, los factores del medio ambiente también pueden jugar un papel en la Enfermedad de Alzheimer.

Factores del medio ambiente
No existe evidencia de que la Enfermedad de Alzheimer sea transmisible, pero una posibilidad es que la sensibilidad genética junto con un deterioro del sistema inmunológico deja a una persona vulnerable a tal virus.
Los metales. A pesar que existía la inquietud de que el aluminio podía jugar un papel en la Enfermedad de Alzheimer, los estudios no han encontrado ninguna relación entre el desarrollo de la Enfermedad de Alzheimer y la exposición al aluminio en la cocina, trabajo ocupacional o agua potable. La Enfermedad de Alzheimer sí crea una enfermedad que resulta en iones de aluminio que reemplazan iones de hierro y se acumulan en las células, contribuyendo así posiblemente a la demencia ya existente. Algunos investigadores creen que las cantidades excesivas de cinc pueden promover la formación de placas amiloides.
En un experimento, este proceso se aceleró cuando el cinc se combinó con silicato de aluminio, una sustancia que se encuentra en cremas no lácteas y medicamentos antidiarreicos sin prescripción. El metabolismo de cinc anormal también se ha encontrado en pacientes con la Enfermedad de Alzheimer.
Campos electromagnéticos. Algunos estudios han reportado una incidencia mayor de la Enfermedad de Alzheimer en las personas expuestas a campos electromagnéticos intensos. Algunos investigadores creen que los campos magnéticos pueden interferir en la concentración del calcio dentro de las células, y otros creen que pueden aumentar la producción de beta amiloide.
El género

Un estudio reciente indica que los factores de riesgo de la Enfermedad de Alzheimer pueden ser diferentes en las mujeres y los hombres. Los hombres tienen un riesgo mayor de desarrollar la Enfermedad de Alzheimer. La terapia de estrógeno puede ayudar a proteger a las mujeres mayores.
Traumatismo craneoencefálicoLa lesión de la cabeza puede acelerar el desarrollo de la Enfermedad de Alzheimer en las personas que son ya susceptibles a la enfermedad.
Arteroesclerosis
Algunos estudios (no todos) han encontrado un enlace entre la ateroesclerosis, o endurecimiento de las arterias, y la Enfermedad de Alzheimer, en particular entre las personas que portan el gen ApoE4.
¿Cómo puede Prevenirse la Enfermedad de Alzheimer?
TERAPIA DE ESTROGENO
Cada vez más, los estudios están reportando que el estrógeno protege contra la Enfermedad de Alzheimer y el funcionamiento mental reducido normalmente asociado con la vejez. Varios estudios han reportado que las mujeres que están haciendo la terapia de reemplazo de hormonas (en varios combinaciones) tienen mejores resultados en pruebas de memoria y aprendizaje que las mujeres que no la están haciendo. Dos estudios recientes encontraron que las mujeres que estaban haciendo la terapia de reemplazo de hormonas tenían un riesgo reducido de la Enfermedad de Alzheimer --en un estudio el riesgo fue inferior en un 60%. La terapia de estrógeno puede incluso ayudar a las mujeres con la Enfermedad de Alzheimer existente; un estudio encontró que las mujeres con la Enfermedad de Alzheimer entre leve y moderado mostraron mejor funcionamiento mental después de tomar estrógeno; y otro reportó menos evidencia de la Enfermedad de Alzheimer en los cerebros de las mujeres que tomaban estrógeno que en las que no lo estaban tomando. A estos informes los soportan estudios en animales que indican que el estrógeno desencadena un proceso que conduce a la producción de acetilcolina, un químico que se encuentra en niveles muy reducidos en los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer. También parece que la terapia de estrógeno estimula el flujo sanguíneo en el cerebro.
 
MEDICAMENTOS ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDES
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides comunes (NSAID, pos siglas en inglés), como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin) y el naprosyn, tienen propiedades que bloquean factores específicos en la respuesta inflamatoria que se cree desempeñan un papel importante en la degeneración de neuronas. Un estudio a largo plazo encontró que las personas que tomaron ibuprofeno durante dos años o más tuvieron una reducción del 50% en la incidencia de la Enfermedad de Alzheimer en comparación con los que no tomaron el medicamento. En el mismo estudio, el uso a largo plazo de la aspirina pareció no conferir ningún beneficio, quizás porque la dosis fue a menudo muy baja. El uso a largo plazo de los NSAID puede ejercer efectos peligrosos en el tubo digestivo y no deberán tomarse sin la recomendación de un médico. El paracetamol (Tylenol) no es un medicamento antiinflamatorio y no ejerce ningún efecto sobre esta enfermedad.
 
DIETA
Un análisis preliminar de los hábitos alimenticios en once países indica que una dieta baja en grasas puede reducir el riesgo de la Enfermedad de Alzheimer. En los países con dietas bajas en grasas como en la China y Nigeria, el riesgo de desarrollar la Enfermedad de Alzheimer es de 1% a la edad de 65 años comparado con 5% en los Estados Unidos. Para soportar esto, un estudio en Holanda encontró que las dietas altas en grasa total, grasa saturada y colesterol estaban asociadas con demencia. Aunque se deberían evitar las grasas saturadas y los ácidos transadípicos, algunas grasas, como los ácidos adípicos omega-3, que se encuentran en pescados como el salmón, el halibut, el pez espada y el atún, son esenciales para el desarrollo del sistema nervioso; estos ácidos adípicos también pueden ayudar a proteger contra el deterioro mental en la vejez. Algunos reportes han indicado que las propiedades antioxidantes encontradas en las sustancias, como la vitamina C, E y el selenio pueden servir de protección contra el deterioro mental, pero se necesita evidencia para confirmar esto. La vitamina E es de particular interés. La mayoría de los alimentos no son ricos en esta vitamina, pero se encuentra en aceites vegetales (en particular el aceite de germen de trigo), batatas, aguacates, cacahuates, semillas de girasol y frijol de soja.  
EDUCACIÓN CONTINUA y ACTIVIDAD MENTAL
Varios estudios han reportado un riesgo mayor de la Enfermedad de Alzheimer entre las personas con menos educación y un riesgo menor de demencia y Enfermedad de Alzheimer en las personas que permanecen activas mentalmente. Unos pocos expertos especulan que el aprendizaje en sí estimula un mayor crecimiento de neuronas y por lo tanto puede crear una reserva más grande en el cerebro de tal manera que toma más tiempo el que las células cerebrales sean destruidas.
Otros creen que fuerzas de índole socioeconómico, como la dieta y toxinas del medio ambiente, pueden hacer a las personas de nivel cultural más bajo más susceptibles. Un estudio en curso con monjas no encontró ninguna asociación entre la educación y la Enfermedad de Alzheimer pero sí encontró un alto riesgo de Enfermedad de Alzheimer entre aquéllos cuyas redacciones de juventud mostraron una escasez de ideas y un riesgo bajo en aquéllos cuyas redacciones eran ricas en ideas. Algunos expertos postulan que este estudio ofrece la evidencia de que la Enfermedad de Alzheimer es una enfermedad de índole vitalicio que empieza a una edad temprana y que la educación continua no ofrece ninguna protección. Este estudio fue muy pequeño, sin embargo, y cuando se evaluaron casos fuera del estudio empleando los mismos criterios, no ocurrieron los mismos resultados. En cualquier caso, permanecer mentalmente activo e interesado en la vida será siempre una buena recomendación.
 
EVITAR RIESGOS DEL MEDIO AMBIENTE
La asociación entre el riesgo incrementado de la Enfermedad de Alzheimer y el aluminio y el cinc es muy débil, pero ha causado alarma. Nada se pierde mediante el empleo de utensilios de la cocina hechos de otros materiales y la evitación de medicamentos comunes sin prescripción con contenido alto de aluminio, como los antiácidos. En cuanto al cinc, las deficiencias son graves, y las personas necesitan este mineral, aunque los suplementos son rara vez necesarios.
 
¿Cuáles son los Síntomas de la Enfermedad de Alzheimer?
Los primeros síntomas de la Enfermedad de Alzheimer pueden pasarse por alto ya que se asemejan a las señales del envejecimiento natural. Estos síntomas incluyen olvido, pérdida de la concentración, pérdida de peso sin explicación y problemas motrices, incluyendo dificultades leves para caminar. En los individuos sanos, síntomas similares pueden ser resultado de fatiga, aflicción o depresión, enfermedad, pérdida de la visión o la audición, el uso de alcohol o ciertos medicamentos, o sencillamente la carga de tener demasiados detalles para recordar inmediatamente. Pero cuando la pérdida de la memoria empeora, la familia y los amigos perciben que existen problemas graves (vea el cuadro: Diferencias entre las señales normales del envejecimiento y la demencia, abajo).
Un indicio para diferenciar la Enfermedad de Alzheimer del envejecimiento normal puede ser la incapacidad del paciente de comprender el significado de las palabras. Los problemas sensoriales que la acompañan, como la pérdida de la audición y una disminución en la capacidad de leer, así como debilidad física general en los pacientes recién diagnosticados con la Enfermedad de Alzheimer indican un tiempo más corto de supervivencia. Algunos otros trastornos pueden estar causando estos síntomas extremos y deberán descartarse antes de que un diagnóstico de la Enfermedad de Alzheimer pueda ser concluyente. Vea ¿Qué pruebas confirmarán un diagnóstico de la Enfermedad de Alzheimer?, abajo. Cerca del 20% de los presuntos casos de Enfermedad de Alzheimer resultan ser otro trastorno, la mitad de los cuales son potencialmente tratables o controlables.
Estrictamente hablando, un diagnóstico definitivo de la Enfermedad de Alzheimer sólo podrá efectuarse a través de una autopsia después de la muerte.

Bibliografia: www.geosalud.com

Diana Alcantara.
8vo Piscologia CIES 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario